No me dejes llorar a solas amiga mía...
ha sido un día malo quisiera estar con vos...
No puedo decirte nada de lo que me ha pasado...
por más que lo quiera y hasta me haga ilusión...
Si me das el sonido de tu risa espontánea...
que es como la de una niña por su frescura y candor...
tendré un bálsamo seguro para mis heridas que sangran...
la vez que hiciste eso casi toqué tu corazón...

No me digas que no te quiera como sólo se quererte...
ni me digas que me aleje si ya tan lejos estoy...
y guarda esas frases con la que verme prometes...
pues me son como puñales que no espero entiendas hoy...
Hasta hoy te juro me alcanzaba con de a ratos conocerte...
sentirte tan parecida a lo que me aguarda en algún rincón...
Pero ya que lo mencionas, de ahora en más desconocerte...
será el velo que te cubra y preserve de mi dolor...

Hay cosas que me avergüenzan y quisiera quitarme...
cómo quieres que te las muestre si no las manejo yo...
llegaran a tu entender seguro sin tú esperarte...
como un bautismo de fuego, inicio y confirmación...
Pero nada te obliga a que pases por todo eso...
No existe premio ninguno ni seguridad de redención...
olvídalo todo amiga, se complica y sé que no lo vale...
concentrate en tus batallas que nadie lo hará por vos...

Te deseo mil y un mañanas con sus atardeceres y mediodías.