Sin duda que la vida a veces te castiga duro, te muestra hasta los límites más insospechados hasta dónde puedes resistir sin desfallecer...

Y luego vuelve la calma...

Sin duda que la vida también te vuelve a sorprender con pequeños regalos: un día con el clima que nos gusta, el reencuentro con algún objeto añorado que trae consigo el bagaje de gratos recuerdos, alguna canción nueva a nuestros oídos que nos toca la fibra íntima y nos invita a hacérnosla 'nuestra' ( como si fuera algo que no nos perdonáramos perder), algún gesto de delicadeza de alguien cercano o no tanto a nosotros...

Pero muy de vez en cuando la vida nos da regalos más preciosos. Tanto es así que llegan en el momento en que sin saberlo más lo necesitábamos y terminan encajando casi perfectamente, como por arte de magia, y es ahí que nos detenemos un segundo, cerramos los ojos y nos viene un pensamiento: ¿'será real'?.
Y los días siguientes continúas confirmando que no era un sueño... que de alguna manera el milagro se había realizado.

Pues no, no hablo ni cerca de decir que haya encontrado al amor de mi vida (ése también llegará en el momento menos pensado), sino de una amistad de esas que no se esperan...

Y no digo que no tengo amigas, las tengo, y las amo con toda mi alma. Me han acompañado en momentos de mucho dolor y en otros de felicidad, me ayudan prestándome su oído y dejándome apoyar en la sabiduría de sus consejos.

Pero algo me dice que ésta a mistad es especial, tanto que se va a prolongar en el tiempo ...

Amiga, gracias le doy al Cielo cada día por haberte puesto en aquel hilo aquel día y no hayas entendido mi broma, lo cual desencadenó en el comienzo de un diálogo que nos ha enriquecido a ambas...

Muchas cosas podría decirte Nori, pero espero que algún día pueda hacerlas personalmente...

¡¡TE QUIERO!!

¿¿Te enteras de una vez??

PD: y no soy la única, por cierto!