Te miro desde lejos y estoy toda yo en mi mirada,
quien ama es egoísta pues con su sola mirada ata.
Te reencuentro en tantos rostros, en tantos cuerpos.
Me desencontré con tantas almas por ser tú mi última parada.
Dolor profundo, fiel compañía enquistada
el nombre de una isla evoca lo que no quiero ser
Prisionera de mis marcas, espimas dulces pero amargas.
¿Podré algún día mirarte a los ojos sin preocuparme por lo que nos iguala?
El nombre de una isla evoca lo que en secreto no quiero dejar de ser...
nov '99
This entry was posted
on martes, febrero 05, 2008
.
You can leave a response
and follow any responses to this entry through the
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.