Si tuviera en mis manos el tener que optar
y se me concediera como bueno cualquier rumbo a tomar,
no eligiría nada pues todo sería irreal
alguien me estaría tentando en mi propia vanidad.
Pero en mis sueños por las noches, vivo contigo hermana
y no me acosa la culpa pues no es pecado soñar.
En mis sueños por las noches opto por mi debilidad
y no me acosa la culpa ya que me das fuerza para despertar.
Siete veces pensé en morir y poner fin a mi soledad
y a este vacío de no saber el sentido de mi declinar,
tal vez así me enfrente al libro en que asentado está
según todos cómo debe ser la naturaleza de mi amar.
02-99
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on domingo, febrero 03, 2008
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