¿Sabes cómo está mi Cristo?
Pues yo te lo contaré.
Está con la manos atadas por el no saber qué hacer.
Está con los ojos llorosos por cosas que le tocan ver
y su voz está casi ahogada, tanto llanto, tanta hiel.
Y sabes por qué está así, es un Cristo que inventé.
Este Cristo llora mucho, pero cuando nadie lo vé.
-: Llora Cristo, llora por mí que yo no puedo ni lagrimear
pues qué inmadura e imprudente al verme es lo que dirán.

Si llegase Cristo antes de tiempo hasta tu puerta a golpear
no me niegues ni desconozcas; razón de sobra tendrás.
Yo no te digo "Señor, Señor", sino "¡Socorro!" en mi soledad
porque todos me han dejado sola y ni cuenta se dan
creen que hacen lo que se debe y sus conciencias tienen paz.

Si llegase Cristo antes de tiempo hasta tu puerta a golpear
no me niegues ni desconozcas, párteme sí, de tu pan.