Si te digo que te extraño mucho ¿me crees?
y que me causa mucho dolor, el cerca no tenerte.
Si te digo que te extraño y amo ¿me crees?
Si te digo que mi corazón se apegó demasiado a tí ¿me crees?
y que necesito educarlo, de a golpe o despacio, pero que es urgente
y si te digo que tengo ganas de por un largo tiempo no verte,
quiera el Señor no me malinterpretes...
Sucede que de pronto, cuando te veo, temo al quererte
y que por las noches cuando te pienso, siento
que al reencontrarte no sabre contenerte.
Hermana, tu recuerdo no sabes cuánto me duele
no más que reconocer que te amo pero que esta amor así no conviene.
Te juro que hay cosas que mi razón no entiende.
Que aquel deseo aún palpita junto a un no se qué que lo detiene.
Por momentos quiero gritarte que por qué lo hiciste,
que de no haberlo hecho todo sería diferente,
pero en todo momento me dan ganas de susurrarte gracias
pues me regalaste todo un mundo que estaba en mí latente.
Hermana, si por un tiempo desaparezco
quisiera pudieras entenderme.
No te imaginas cuán feliz sería si me dijeses de repente
que no es imposible que caminemos,
aunque la arena esté ardiente.
01-03-95
This entry was posted
on domingo, febrero 03, 2008
and is filed under
Maribel
.
You can leave a response
and follow any responses to this entry through the
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.