Posted by: Bernabé in

Ahora sé que sí te deseo, Maribel, ternura que enternece
aunque lo niegue sin tí muero,
necesito sofocarme en tu piel ardiente.
Si te beso pasarán las horas y la ansiedad será creciente.
Me sorprendo cada noche, Maribel,
esperando me visites, amor latente.
Cuando Ya no hay luz, me descubro sintiendo sed de tu sed.
Al verme sola, sé de tu compañía, amistad amante y presente.
Si morir es el precio de llenarme, bebiendo tu propio ser
agonizo, pues de tí me he empapado siempre.
Nunca supuse que el empezar a vivir me acarrearía muerte
eres tú mi paradoja y yo soy la tuya, ésto último duele
poder optar mi perdición pero nunca la tuya es lo que me detiene
me penetra entonces un frío, pues te descubro lejos más nunca ausente.

Volveré a verte y en tus ojos hallaré la única respuesta pertinente
que alguien me explique los límites que hay para amar sólo si puede,
caricias, besos, entrega, amor hecho fuego, lento deshielo vuelto amaneceres.

29-09-99

This entry was posted on domingo, febrero 03, 2008 and is filed under . You can leave a response and follow any responses to this entry through the Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom) .

0 comentarios

Publicar un comentario