y se marchó de a poco, lentamente,
¡había hecho tanto daño!
y lo hizo con apuros cobarde al tiempo
y mucha tristeza en las manos
y se marchó en silencio con una sonrisa
encubriendo su ahogado llanto
y era dolor la certeza de que aún no era tiempo
de responder al llamado.
Y se marchó a medias,
haciendo sin querer queriendo trampas a lo planeado
no se fué de veras,
nunca quiso hacerlo y así mismo se descubrió esclavo
y puso en Dios su confianza,
Él en su providencia , fué besando sus pasos
vió llegar así la noche,
no sé si la primera, sí que no ha terminado.
Hoy noche te acercas, hermana mía,
y a distancia me mantengo ¡podría hacerte tanto daño!
te acercas y sin esperar oportunismos
tus manos puras tomaron mi mano
te acercas y sabe Dios cómo y en qué momento
te reveló Él mi llanto
Hoy noche te acercas, hermana mía, y veo te dejas acariciar
por el mismo sol que madura mi grano.
24-06-94
This entry was posted
on martes, enero 01, 2008
and is filed under
Maribel
.
You can leave a response
and follow any responses to this entry through the
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.