Tan sólo me resta la esperanza, Señor, de que nazcas entre nosotras,,,
Yo en ella te extraño tanto y a la vez te siento,
te busco y a la vez te encuentro en medio del deseo.
Que no nos abandone, Señor, tu presencia,
¡y por nada del mundo tu recuerdo!
que no nos mariemos
Señor ¡Cuánto te quiero!
Señor ¡Cuánto la quiero!
Señor ¡Que no nos mariemos!
Sabes, Señor, que no me siento mal, es todo tan bello...
que no lo estropeemos haciendo algo que si está o no bien,
del todo aún no sabemos.
Señor, yo la quiero tanto, y por amor la respeto.
No quisiera que su conciencia
le remuerda a plena luz del día,
algo que yo pude impedir en su momento.
Señor, yo la quiero, y en medio de éste respeto
a plena luz del día lo haría
(y no es que haya surgido ahora mi deseo...)
16-12-94 10 hs
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on miércoles, enero 02, 2008
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Maribel
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