Finalmente estamos practicamente a vísperas de Navidad y Año nuevo.

Sólo recuerdo una oportunidad en que me he sentido así, salvando las distancias, fue para estas fechas en el año '94.
¿Qué había sucedido? Pues lo mismo o casi lo mismo.
De solo pensar el tibior de las lágrimas acarician mis ojos...

Ya han pasado 16 años y me encuentro en la misma habitación con la misma desesperación de sentir el alma destrozada y tener la certeza que nada puede sanarla...

Y es que te extraño tanto... cierto es que intento evitar tu recuerdo pero cada vez que algo me remite a ti me comienzo a derretir por dentro.

Daría lo que no tengo para al menos conversar a veces contigo pero tu nunca deseas eso. Me evitas y te entiendo.

LLegará la paz algún día a mi alma...
en el preciso momento que deje de sentir...
olvide sus ilusiones en el velado milagro
y te olvide para siemrpe como tu a mi...
pero para qué me engaño si por segundos muero
y me hundo en el abismo de no saber porqué vivir...
simula mi vida progresar en este destierro
al que me confinaste un día pidiéndome partir

Fuiste el milagro más hermoso de mi vida
eras toda armonía y me prendé de ti
procuré seguir los vientos que me llevaran a tu orilla
abandonandolo todo y en ello fui feliz.


Confieso que sigo esperandote... no puedo dejar de hacerlo... te amo. No me avergûenza reconocerlo.

Estas fechas las pensamos juntas y así como van a acontecer es una mierda.

A veces pienso en morirme, pero la verdad es que ya estoy muerta.

Hace apenas tres días rendí la última materia del profesorado de música, algo que hace años esperaba y que incluso hizo postergarse mi viaje... lo odio por eso. En verdad odio muchas cosas. Me odio por  haberte perdido, por no haber sabido cuidarte, por ser como soy y haberte espantado.

Me odio por ser pobre y no haber tenido dinero para viajar y pagarme un hotel por unas semanas y podido estar a tu lado cuando lo necesitaste.

Te extraño tanto... y ni siquiera puedo decírtelo.

Seguiré esperando un milagro.